Las emociones hacen parte del ser humano desde sus inicios y son determinantes para la formación de la personalidad y relación con otros. Todas nuestras relaciones humanas, incluyendo la relación con el mundo natural, están directamente condicionadas por nuestras emociones. Por ello, se convierte la escuela y la familia en contextos determinantes para el desarrollo cognitivo, físico, afectivo, socio afectivo y moral para los niños que luego se convertirán en adultos.
Somos un colegio centrado en el humano, un colegio centrado en el bienestar socioemocional de los niños, un colegio en donde el niño pueda ser reflexivo, crítico, autónomo y consciente de su sentir.
La pandemia nos ha puesto a grandes y chicos a prueba en todas nuestras formas de afrontamiento, hemos iniciado un proceso de readaptación, algunos niños en casa no entienden aún, por qué deben seguir tomando sus clases desde el estudio o comedor de su casa, extrañan al colegio, extrañan a sus amigos, extrañan su libertad. Los niños son ahora más resilientes de lo que eran, y como toda situación o problema, esta pandemia nos ha dejado un gran aprendizaje, y es que, como lo mencionaba Aristóteles, “Educar la mente sin educar el corazón no es educar en Absoluto”
Una vez más, resaltamos nuestro compromiso y trabajo constante por llevar a nuestros niños y niñas de Newport School a tener el control para pilotear su avioncito de las emociones entre días con lluvia, turbulencias, nubes grises y días soleados, siempre con la idea de disfrutar el viaje con todo lo que trae.