Inteligencia emocional: educar al cerebro y al corazón para danzar juntos
Las emociones hacen parte del ser humano desde sus inicios y son determinantes para la formación de la personalidad y relación con otros. Todas nuestras relaciones humanas, incluyendo la relación con el mundo natural, están directamente condicionadas por nuestras emociones. Por ello, se convierte la escuela y la familia en contextos determinantes para el desarrollo cognitivo, físico, afectivo, socio afectivo y moral para los niños que luego se convertirán en adultos.
Somos un colegio centrado en el humano, un colegio centrado en el bienestar socioemocional de los niños, un colegio en donde el niño pueda ser reflexivo, crítico, autónomo y consciente de su sentir.
La respuesta es sí, en Newport School nuestro objetivo principal es fortalecer desde los primeros años de vida el esquema emocional, con el objetivo principal de reconocer y fomentar en el niño la autogestión de sus emociones, la autoeficacia, la independencia, el amor propio y la relación con otros.
Desde el área de Wellbeing creamos un programa emocional pensado en las necesidades de nuestros niños. Entregamos a los niños estrategias para calmar su mente, facilitamos el desarrollo de su personalidad y expresión de emociones por medio de actividades motoras y artísticas, terminando en un recorrido por el mundo de la imaginación y la respiración gracias al mindfulness.
Este año nos hemos fortalecido con RULER, un programa efectivo de aprendizaje social y emocional de la Universidad de Yale, que se centra en el desarrollo personal y profesional de los profesores y familias, para que puedan ser modelos competentes de educación emocional para niños.
La pandemia nos ha puesto a grandes y chicos a prueba en todas nuestras formas de afrontamiento, hemos iniciado un proceso de readaptación, algunos niños en casa no entienden aún, por qué deben seguir tomando sus clases desde el estudio o comedor de su casa, extrañan al colegio, extrañan a sus amigos, extrañan su libertad. Los niños son ahora más resilientes de lo que eran, y como toda situación o problema, esta pandemia nos ha dejado un gran aprendizaje, y es que, como lo mencionaba Aristóteles, “Educar la mente sin educar el corazón no es educar en Absoluto”
Una vez más, resaltamos nuestro compromiso y trabajo constante por llevar a nuestros niños y niñas de Newport School a tener el control para pilotear su avioncito de las emociones entre días con lluvia, turbulencias, nubes grises y días soleados, siempre con la idea de disfrutar el viaje con todo lo que trae.