Como madres, en ocasiones reconocemos que el tiempo con nuestros hijos no es suficiente, pero tenemos claro que nuestro trabajo le proporciona una estabilidad, no solo a ellos, también a nosotras como mujeres profesionales y emprendedoras. Nuestra labor encamina la obtención de un futuro prometedor para ellos, y en esa disyuntiva entendemos que no cabe la posibilidad de parar. No podemos parar de ser madres, pero tampoco podemos detenernos en nuestro crecimiento personal y profesional.
¡Está bien sentir miedo, pero no te dejes vencer por él!
Llega a nuestro país un virus que paraliza el mundo, la economía y las actividades sociales a las que estábamos acostumbrados y nos obliga a estar en casa, pero nos da ese tiempo que tanto anhelamos de compartir con nuestros seres queridos e involucrarnos aún más en la educación de nuestros hijos. Sin duda, esta situación no hacía parte de nuestra rutina, los primeros días pensamos que sería algo manejable y que solo con el pasar de los días todo iba a continuar como antes.
Con el pasar del tiempo inicia el miedo y pensamos que lo que hacemos está mal, nos cansamos más que antes y muchas veces experimentamos un estrés al pensar que el tiempo no es suficiente para cumplir todas las obligaciones y responsabilidades que como madres, esposas, amas de casa y trabajadoras tenemos.
Al llegar la noche, vemos a nuestros hijos dormidos e inicia el proceso de reflexión y muchas preguntas llegan a nuestra cabeza, reconocemos que de alguna manera nos faltó paciencia y nos comprometemos a mejorar nuestro papel de madre, e inevitablemente terminamos culpándonos por desear estar fuera o al menos tener un tiempo de encuentro propio.
¡No te sientas culpable!
El mundo nos necesita ¡eso es claro! Somos seres fundamentales y eso siempre debemos tenerlo presente. Si deseamos cosas tan sencillas como una larga ducha, ver nuestra película favorita, escuchar una buena canción o simplemente tomarnos un vino a solas, no está mal, al contrario, es indispensable para nuestra realización como mujeres, al desear hacer esto sin interrupción o sin un grito de “MAMÁ” solicitando ayuda, podemos aprovechar el momento y enseñar a nuestros hijos que el tiempo propio es valioso para todas las personas. Recordemos siempre “antes de que la casa luzca bien, nosotras debemos brillar más”.
Entonces, ¿cómo organizar nuestro tiempo?
No quiere decir que debemos olvidarnos de todo, recordemos que tenemos personas a nuestro cargo y que para ellos somos un centro de soluciones al que pueden acudir sin problema alguno. A continuación te damos algunos consejos para que dediques tiempo de calidad a tu familia y tiempo para ti:
1. Tiempo de calidad:
En medio de las responsabilidades debemos organizarnos para poder brindarle tiempo a nuestros hijos. Puedes pensar que es poco, pero si es de calidad será suficiente.
Durante este tiempo deben desaparecer de nuestro alrededor las responsabilidades laborales o externas, la tecnología y todo que nos distrae o aleja del presente que vivimos en familia.
2. Tiempo de trabajo:
Así como tu familia es importante, tú también lo eres. Así que debes enseñarles que tus responsabilidades son tan primordiales como las de ellos, y debes dedicarle un tiempo para cumplirlas.
Cuando estés en una reunión o en una tarea importante, pídeles que no te interrumpan, una vez termines, agradéceles por su apoyo. Poco a poco comprenderán la importancia de tu trabajo y tu tiempo.
3. Tiempo para ejercitarte:
Puedes organizar una rutina de baile, o una carrera de obstáculos.
4. Construyan juntos un horario diario:
Así evitas comenzar tu día sin saber qué hacer, o por dónde empezar.
5. ¡Hora del premio!:
El premio es importante, porque da esa sensación de satisfacción del deber cumplido, y motiva a que continúen el día siguiente con la misma energía.
6. Trabajo en equipo con tu pareja:
Podemos llevar a nuestros hijos a descansar y así poder disfrutar de una cena en pareja, un buen programa de televisión o de una buena charla. Ten presente que los hijos crecen y quien nos acompañará será esa persona que elegimos para luchar hombro a hombro por nuestra familia.
¡Nos estás sola!
No estamos solas, es un trabajo arduo y lo compartimos, es un estrés que todas las madres experimentamos, pero el amor que recibimos de nuestros hijos no tiene comparación alguna y en eso estamos de acuerdo. Somos seres de lucha, luz y un ejemplo a seguir de esas personitas que siguen nuestros pasos día a día, esa precisamente es nuestra esencia, esa esencia que nunca se puede perder, al contrario, nos hace brillar más.
¡ERES GRANDE MAMÁ, GRACIAS POR TU LABOR!
¿Aún no sabes cómo compartir el tiempo con tus hijos de forma divertida?
Te damos alguna ideas para que se diviertan y aprendan juntos: