El tiempo es siempre tan escaso y valioso! En algunas ocasiones nuestro día está lleno de expresiones como “el tiempo es oro”, “no hay tiempo que perder”, “no tengo tiempo”..., muchas veces nos dan ganas de ignorar el reloj, dejarlo todo y disponer un poco de tiempo libre para poder emplearlo en otras actividades en las que podamos disfrutar, salir, relajarnos y, por qué no, simplemente para no hacer nada.
A veces, tenemos la sensación que vivimos esperando el fin de semana para, por fin disponer de algo de tiempo, porque de lunes a viernes “se nos escapa de las manos”. Por ello es importante poder inculcarles a los niños la idea de que cuánto más aprovechen su tiempo y más productivos sean en sus tareas, antes podrán disfrutar de su tiempo libre.
Consecuente con ello, la puntualidad es un valor que debemos inculcar desde edades muy tempranas con el fin de construir de este un hábito de vida saludable que determinará diferentes aspectos en su vida académica, laboral y/o profesional. Es importante enseñar a los niños a darle importancia a las diferentes prioridades o responsabilidades que van adquiriendo a lo largo de su crecimiento.
Con dialogo y comprensión por parte de los adultos cuidadores de los niños y algunos compromisos acordados en familia lograremos cambiar las rutinas diarias con el fin de cumplir con todas las tareas y actividades en la hora dispuesta para ello.
¿Cómo conseguir que los niños sean puntuales?
– Tu ejemplo como padre: Si siempre estás tarde para llevar o recoger a tus hijos del colegio, a una reunión con amigos o al trabajo, no podrás exigirles puntualidad. Asegúrate de brindarles el ejemplo correcto y se te hará mucho más fácil enseñarles a ser puntuales.
– Dialoga con tus hijos sobre lo importante que es ser puntual: Por ejemplo, explícales que si llegan tarde a una cita médica, la perderán o tendrán que esperar mucho más ya que si no están a la hora indicada, llamarán al siguiente paciente. Lo mismo pasará en el cine o si van de viaje. Si no llegan al principio de la película, estarán molestando a la gente y se perderán parte de la historia y si llegas tarde al aeropuerto el avión se habrá ido y tu te habrás quedado sin viajar.
– Crea hábitos sanos con los niños: Por la mañana, antes de salir para Newport School, los niños deben levantarse a la hora que suene la alarma, luego bañarse, vestirse, desayunar y lavar sus dientes. Si mantienen una rutina, será más fácil para los niños organizarse y planificar mejor su tiempo. Es importante que nuestros niños comiencen a valorar la importancia de hacer una determinada cosa en un tiempo específico.
– Habla con los niños sobre las ventajas de la puntualidad: Una persona puntual despierta más el respeto, la consideración y credibilidad en los demás. Al tocar el tema, lo ideal es resaltar todos los aspectos positivos de adoptar esta conducta y así motivarlos a querer ser puntuales.
-Ayúdale a establecer rutinas: La rutina no sólo es buena porque ayuda al niño a sentirse seguro si no que también entienden que existen límites y cuales debo o no cruzar dependiendo de las consecuencias que cada uno tiene. Así mismo, los ayudará a crear diferentes hábitos que resultarán muy beneficiosos durante su crecimiento y madurez.
La puntualidad en general es una actitud y una gran cualidad que se adquiere desde los primeros años de vida mediante la formación de hábitos en la familia.
Silvia I Vera Rueda
Psicóloga