El momento para agradecer y reconocer el trabajo de nuestras madres no debería ser solo en un día o un mes especial, debería ser todos los días de nuestras vidas ya que ellas han dedicado todo su tiempo y esfuerzo en esta labor.

Ser madre significa hacer cualquier cosa por la persona que más amas en el mundo, cambiar tu vida, tu tiempo y tu forma de pensar. Significa tener una razón de ser para el resto de tu vida, que te da las fuerzas para entregar tu corazón haciendo lo imposible para sacar a tus hijos adelante y aprovechar cada momento al máximo.

El amor que se siente al ser madre es un amor verdadero, sincero, eterno e incondicional que te lleva a ser valiente, generosa, amorosa y a enfrentarte al mundo por asegurarte del bienestar de tus hijos.

Sabemos que a veces pueden llegar sentimientos encontrados: culpa, temor o mucha presión impuesta por la sociedad o por ti misma, pero debes ser consciente que no estás sola, que eres la mejor mamá del mundo. 

Hoy, queremos compartir contigo algunos consejos para esos momentos en los que te sientes cansada y desmotivada, porque siempre hay una forma de salir adelante recordando todo tu poder.

Siempre debes recordar ser amable contigo misma, en esos momentos de dolor, tristeza y angustia puedes encontrar la forma de tratarte con amabilidad, compasión y justicia.

Esto no significa que las debas reducir, solo debes ser más realista con lo que puedes hacer en tu día a día. No sufras por ponerte los más altos estándares, recuérdate que haces lo mejor que puedes en este momento.

De nada te sirve evadir los malos sentimientos y quedarte atascada en ellos, permítete sentirlos siendo auténtica y honesta contigo.

 Hacerlo no es un signo de debilidad,  puedes soltar un poco el control para alivianar el estrés.

Siempre recuerda tomar un tiempo para ti, te puede ayudar a que tu cuerpo y tu mente se sientan mejor.