Mariana todos los días tiene clases de arte, ciencia, robótica, inteligencia emocional, tenis, ajedrez, cocina, origami, etc, etc. Sí, Mariana aún no comprende cómo puede ayudarla tener tantas clases en diferentes áreas del conocimiento. ¿Realmente a eso lo podemos llamar educación integral?, ¡claro que no! Para ilustrar un poco a Mariana y a los lectores que nos acompañan, la educación integral, como su nombre bien lo dice, se encarga de integrar todas esas asignaturas como parte de un todo y no enseñarlas de forma aislada.
No sólo es instruir o transmitir unos conocimientos. La educación integral toma en cuenta dimensiones distintas, desde campos tan diferentes como el neurológico, el social, el cultural, el artístico, entre otros; su objetivo no es más que el estudiante aprenda a relacionar su entorno, se convierta en un ciudadano ético y fortalezca aquellas capacidades para desenvolverse en la sociedad. Además, prepara a los estudiantes en habilidades necesarias para sus próximas etapas de vida. Entre ellas se encuentran las siguientes habilidades:
Por esa razón, en Newport School, reconocemos la importancia de una formación integral que posibilite al estudiante conectar los diversos ámbitos de su contexto, crear vínculos sanos, tener un pensamiento crítico y un compromiso social. Buscamos contar con entornos adecuados que propicien su aprendizaje, encontrarse a sí mismo y descubrir sus propias habilidades. Desde salas de Artes visuales, de Arte y Movimiento, Música, Laboratorios, hasta STEM, ICT, CRAI, y canchas, son solo algunas de las aulas especializadas para que nuestros estudiantes pongan en práctica todas aquellas destrezas y habilidades.
Entonces, queda claro que con una educación integral se empoderan a las nuevas generaciones, se alimenta su creatividad, la empatía y la responsabilidad social. A medida que estos jóvenes crezcan y lleven consigo aquellos valores, estarán preparados para enfrentar los desafíos que el mundo les presente, así como transformar tales desafíos en oportunidades de crecimiento. Es decir que Mariana o cualquier niño y joven que haya elegido un colegio con este tipo de educación, no solo enriquece su vida, sino que tiene en sus manos la capacidad de forjar un impacto positivo y perdurable en la sociedad.