Como padres, muchos de nosotros de repente nos encontramos en casa durante semanas con nuestros niños preescolares. Por suerte, durante este tiempo, expertos de universidades como Harvard, han compartido algunos tips para que enseñemos a nuestros hijos a establecer rutinas que estimulen su desarrollo al tiempo que hacen más fácil el confinamiento de toda la familia.

1. Crea un horario diario: realiza un cronograma con horas establecidas para todas las actividades del día de tus hijos. Puedes hacerlo con dibujos para que sea más llamativo. Úsalo para reforzar rutinas saludables como estas:

• Rutina de salud física: establece horas fijas para las comidas, el lavado de manos y el ejercicio. No olvides implementar una alimentación saludable.
  
  
• Rutina divertida: leer juntos, contar historias o jugar en familia son experiencias que estimulan el aprendizaje positivo en los niños sin poner demasiado estrés en ellos.
  
  
• Rutina social: usa la tecnología para mantener a tus hijos conectados con sus familiares y amigos. Divertirse con sus seres queridos, aunque sea a distancia, puede ser muy tranquilizador para ellos. Ten en cuenta las recomendaciones para limitar su tiempo en la pantalla.
  
  

Evita modificar las horas destinadas, ya que la constancia ayuda a los niños pequeños a sentirse seguros. Preocúpate también por tu propio descanso y cuidado, eso te facilitará el manejar tu propio estrés. 

2. Práctica habilidades sociales y emocionales: podemos aprovechar el tiempo en casa para enseñar a los niños empatía y amabilidad. Aquí hay algunas ideas:

El frasco de la bondad: escribe en papelitos de colores todos los actos de bondad que veas hacer a tus hijos. Por ejemplo: cuando ayuda a sus hermanos con sus tareas o cuando les comparte sus juguetes.

Agrega los papelitos en un frasco y cada tanto lee uno en voz alta frente a toda la familia.

La tabla de sentimientos: realiza una lista de emociones con stickers, dibujos o fotos que las identifiquen.

Enséñasela a tus hijos para que aprendan a distinguirlas y para ayudarles a que te muestren cómo se sienten cada día.

Tiempo para compartir: establece un momento del día, puede ser a la hora de comer o de ir a dormir, para comunicarte con tus hijos.

Puedes hacerles una pregunta diaria cómo: ¿Cuál fue la mejor o peor parte de tu día? ¿Puedes nombrar algo amable que hiciste hoy? ¿Qué sentiste que fue difícil hacer hoy?

3. Gestiona los miedos y preocupaciones: los niños reaccionan a lo que decimos y hacemos, más si estamos tanto tiempo a su alrededor. Ellos pueden captar ciertas pistas de conversaciones que tenemos con otros, incluso de temas como la pandemia y el COVID-19. Por eso, es importante mantener una comunicación abierta con ellos siguiendo estas recomendaciones:

• Procura ser honesto con tus hijos. No pretendas ocultarles la realidad. Cuéntale con sinceridad sobre la situación actual manteniendo un tono tranquilizador. Este es un ejemplo de lo que puedes decirle:
  

  "Hijo, hay un nuevo virus llamado coronavirus que tal vez nos hayas escuchado mencionar. Los médicos dicen que la mayoría de la gente va a estar bien, especialmente los niños, pero algunas personas pueden enfermarse bastante. Todos tenemos que poner de nuestra parte para que los gérmenes que llevan este virus no lleguen a más partes, por eso nos quedaremos en casa por un tiempo. Tu papá y yo tendremos que trabajar aquí y tú también tendrás que aprender en casa. Vamos a hacer un plan juntos para saber cuándo vamos a trabajar y estudiar, y cuándo podemos jugar."
  
  

• Estimula la comunicación. Los niños pueden sentir miedo y no expresarlo. Anima a tus hijos a que te cuenten cómo se sienten (puedes usar la tabla de sentimientos del punto anterior). Valida sus emociones discutiendo con ellos sobre sus sentimientos y dándoles tranquilidad.
  
  
• Limita la información. Trata de no consumir demasiada noticias sobre el COVID-19, especialmente frente a tus hijos. Aunque no estén mirando detenidamente, por ejemplo, el televisor, ellos pueden escuchar y entender lo que se transmite.
  
  

Recuerda:
La constancia ayuda a los niños pequeños a sentirse seguros.

Carolina Espitia Martínez, Psicóloga Educativa